Aceptamos al cliente como es. No queremos cambiarlo, no hace falta. Coaching parte del principio de que todas las respuestas están allí, muy dentro de ti, como dice Lao Tzu, “tú tienes la respuesta, sabes quién eres, y que tienes que hacer.” ¡Por Dios!, está en todos los libros de coaching en todos los seminarios, en toda columna y pergamino del reino. Esta aceptación hace que el cliente se sienta seguro, seguro de darse a conocer a expresarse libremente hay esa conexión es tan profunda, que una persona que se sienta aceptada está recreando una carencia que no tuvo de niño. Dime ahora qué Coaching no sana.
Felicitaciones, Fer. Muy buena reflexión sobre la verdadera esencia de un buen proceso de coaching, donde la persona está en el centro y donde la clave es el amor por ese ser humanos que nos ha entregado la confianza de poder apoyarlo en su proceso de crecimiento.