Para algunos, el miedo al fracaso puede ser un aliado que los impulsa a conquistar nuevos objetivos, mientras que para otros se trata de una emoción paralizante que impide abandonar la zona de confort.
Más allá de las diferencias de percepción, el miedo al fracaso se define como el temor irracional a fallar, lo cual limita la libertad de acción del individuo. Esta angustiante sensación está basada en 3 elementos claves:
- Interpretación de la situación.
- Anticipación de las consecuencias (negativas).
- Valoración (autovaloración).
Ante cualquier desafío, la persona con miedo al fracaso interpretará la situación a través de una visión tergiversada de la realidad, en la que la importancia del evento es sobredimensionada.
Posteriormente, anticipará las consecuencias de enfrentarse a la situación, proyectando un escenario pesimista y catastrófico en el que cualquier tentativa de acción generará resultados negativos.
La anticipación de resultados no favorables alimenta el miedo al fracaso y activa mecanismos de evitación o de sobrecompensación como respuesta a la situación planteada.
Detengámonos un poco en estos conceptos: la evitación, tal y como su nombre lo indica, alude a evitar a toda costa aquello que genera temor o angustia; mientras que la sobrecompensación, apunta a esforzarse en exceso.
La sobrecompensación está relacionada con elevados niveles de autoexigencia y puede conducir al agotamiento físico y mental, en especial cuando se descuidan las necesidades básicas (comer, dormir) para compensar supuestas “fallas”.
Supongamos que un estudiante debe hacer una presentación ante la clase, puede no asistir el día de la exposición (evitación) o esforzarse por crear un proyecto que considere a prueba de errores, dejando de lado otros asuntos (sobrecompensación).
Estas manifestaciones del miedo al fracaso promueven la autovaloración con base en los resultados, por lo que la persona asume que los errores son sinónimo de fracaso (o de fracasado) y no una oportunidad de aprendizaje.
¿Cómo se relacionan las distorsiones cognitivas con el miedo al fracaso?
Las distorsiones cognitivas son inconsistencias en la forma como procesamos la información, lo cual interfiere en la percepción de la realidad y puede provocar perturbaciones y trastornos de tipo psicológico o emocional.
Como hemos visto, el miedo al fracaso está conectado con una percepción tergiversada de la realidad, detrás de la cual pueden detectarse distorsiones cognitivas, tales como:
Pensamiento dicotómico
También conocido como pensamiento polarizado o blanco-negro, sugiere interpretaciones en términos absolutos, sin considerar los matices propios de cada situación.
Conclusiones precipitadas
Se refiere a cuando se trata “adivinar” el resultado o las consecuencias negativas de un evento, aunque no existan pruebas que sostengan estas ideas.
Magnificación
Exagerar la importancia de una situación, con énfasis en los aspectos negativos de la misma (visión catastrófica) y la desvalorización de lo positivo (negativismo).
Etiquetado
Es aplicar etiquetas globales absolutas a una persona o situación sin una razón objetiva para hacerlo.
Por ejemplo, asumir que una baja calificación automáticamente significa no tener aptitud para una determinada materia.
¿Qué características presentan las personas con miedo al fracaso?
Existen diferentes características asociadas a las personas que padecen miedo al fracaso, entre ellas destacan:
- Baja autoestima.
- Perfeccionismo (ideales inflexibles y exagerados).
- Búsqueda constante de reconocimiento.
- Autocrítica negativa (desvalorización del propio esfuerzo).
- Sentimientos de culpa.
- Inseguridad (falta de confianza en las propias capacidades).
- Expectativas poco realistas.
- Foco en los resultados (desestima el proceso y el aprendizaje).
- Elevado nivel de autoexigencia.
- Visión catastrófica.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Baja tolerancia a la frustración.
Las personas con miedo al fracaso pueden experimentar síntomas asociados con la ansiedad y tendencia a la procrastinación, dado que esta última es una forma de evitar las tareas en las que temen fracasar.
¿Cuáles son las consecuencias del miedo al fracaso?
El sentimiento de angustia que acompaña al miedo al fracaso limita el acceso a nuevas experiencias (estancamiento) y la consecución de objetivos que son realmente importantes para el individuo.
De la misma forma, el miedo al fracaso atenta contra el desarrollo de la sana autoestima y fomenta los bloqueos mentales, los síntomas de ansiedad y la autoimagen negativa (énfasis en lo negativo y desvalorización de lo positivo).
El miedo al fracaso puede hacerse presente en el ámbito escolar, profesional, social y sentimental, siendo motivado por diferentes factores: presión social y/o familiar; historial de fracasos, perfeccionismo y miedo al éxito.
Te preguntarás si existe diferencia entre el miedo al éxito y el miedo al fracaso. La respuesta es sí. Aunque ambos conceptos están relacionados, el miedo al éxito no tiene la cualidad paralizante del temor a fallar.
Cuando una persona enfrenta el miedo al éxito se convierte (inconscientemente) en víctima del autosabotaje y la falta de merecimiento, en otras palabras, al no creerse merecedor de alcanzar un logro obstaculizan sus oportunidades.
El miedo al éxito puede estar cimentando en el concepto individual del éxito o en lo que la persona supone que serán las consecuencias de ser exitosos (por ejemplo, tener mayores responsabilidades y más carga de trabajo en un cargo directivo).
Un individuo con miedo al éxito presenta bajas expectativas (mantenerse a bajo perfil para minimizar la posibilidad de éxito), temor a ser el centro de atención y preocupación ante nuevas responsabilidades.
Igualmente, puede desistir cuando falta poco para alcanzar la meta, procrastinar, obstaculizar su propio camino, experimentar el síndrome del impostor y miedo a las opiniones de terceros, en especial, los comentarios negativos.
En el artículo “What is the fear of success?”, publicado por el site especializado en salud mental Verywell Mind, se indica que el miedo al éxito dificulta la consecución de los objetivos y genera una menor satisfacción con la vida, por lo que no se debe descartar la asistencia psicológica en su tratamiento.
10 claves para combatir el miedo al fracaso
Como habrás podido notar, el miedo al fracaso es una fuente de angustia y malestar para quienes lo padecen, por ello queremos proponerte 10 estrategias que te ayudarán a enfrentarlo:
1. Romper con el pensamiento dicotómico
Es fundamental entender que además del blanco y negro también existe una escala de grises que puedes experimentar.
Distánciate de las interpretaciones en términos absolutos y prueba el pensamiento flexible (pensar de manera diferente).
2. Evita las conclusiones precipitadas
No juegues al adivino. Vive cada experiencia sin anticiparte a los resultados o colocar más expectativas. Muchas situaciones (y personas) pueden sorprenderte si das la oportunidad para ello.
3. Cultiva el diálogo interno positivo
Cuestiona la narrativa interna negativa (aquello que te dices a ti mismo), refuerza el enfoque en los aspectos positivos y motívate a dar lo mejor de ti en cualquier circunstancia, sin caer en la autoexigencia exagerada.
Por ejemplo, en lugar de utilizar frases como “no puedo”, sustitúyela por “estoy en proceso de aprendizaje” o “es mi primera experiencia y tendré la oportunidad de intentarlo nuevamente”.
4. No caigas en la trampa del etiquetado
Todos cometemos errores, por lo que se trata de algo natural.
Un error no es igual a un fracaso, es apenas una oportunidad de aprendizaje. Aunque signifique que tengas que empezar de cero, realmente no será así, pues tendrás una experiencia base.
5. Aplica la inteligencia emocional
La inteligencia emocional permite identificar e interpretar las propias emociones (y las de terceros) con mayor eficiencia y utilizar la información obtenida para tomar decisiones asertivas.
A través de la inteligencia emocional es posible gestionar la culpa y evitar recaer en los errores, gestionando las emociones para determinar el abordaje más acertado ante un problema o situación capaz de generar inquietud.
6. Establece objetivos realistas
Para combatir las expectativas poco realistas, no hay nada mejor que la técnica Smart, una metodología utilizada para elaborar objetivos y conseguir resultados.
De acuerdo con este sistema, los objetivos deben ser:
- Específicos (Specific).
- Medibles (Measurable).
- Alcanzables (Attainable).
- Realistas o Relevantes (Realistic).
- Con tiempo determinado (Timely).
La metodología Smart puede ayudarte a reducir las expectativas.
Una opción complementaria es desarrollar un plan B que facilite estar preparado en diferentes circunstancias.
7. Valora cada tentativa
Aunque los resultados no sean los esperados, es importante valorar cada tentativa, su proceso y el esfuerzo que dedicaste.
Recuerda las palabras del inventor estadounidense Thomas A. Edisson sobre la bombilla: “No fracasé, solo descubrí 999 maneras de como no hacer una bombilla”.
8. Redefine los conceptos de éxito y fracaso
El miedo al fracaso puede estar vinculado a conceptos poco realistas. Cuestiónate sobre el significado individual que otorgas a las palabras éxito y fracaso y profundiza en aspectos como cuál es el aprendizaje obtenido de los errores.
9. Recibe formación en Coaching
La formación en Coaching es una herramienta ideal para promover un mindset orientado al éxito, el desarrollo personal y el autodescubrimiento. No solo aprenderás técnicas y estrategias para vencer el miedo al fracaso, sino que estarás preparada para ayudar a otros.
10. Solicita apoyo psicológico
Si quieres superar el miedo al fracaso (o el miedo al éxito) contar con el apoyo de un psicólogo resulta de inestimable valor. Estos profesionales pueden facilitar el proceso de superación del temor a fallar usando diferentes técnicas cognitivas.
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